¿Qué pasaría si en lugar de memorizar fechas, los niños aprendieran a enfrentar la adversidad con serenidad? ¿Si junto a las matemáticas también aprendieran a manejar el dinero y a comprender la pérdida? Esa es la pregunta que lanza la Fundación LFR, al anunciar un anteproyecto de ley que busca revolucionar los contenidos escolares en México.
La propuesta, dirigida a la Secretaría de Educación Pública (SEP), pretende que asignaturas como estoicismo, tanatología, desarrollo personal y educación financiera formen parte de la enseñanza desde la primaria. La iniciativa nace de la preocupación por una generación marcada por la crisis emocional postpandemia y por un sistema educativo que, a juicio de los promotores, prepara a los estudiantes para aprobar exámenes, pero no para vivir.
“Los jóvenes saben resolver ecuaciones, pero no resolver un duelo. Conocen capitales del mundo, pero no saben administrar su dinero. Están llenos de información, pero vacíos de propósito. Queremos que la educación cambie eso”, señaló Verónica Sigala, presidenta del Consejo de la Fundación.
El proyecto se inspira en el legado del empresario y pensador Luis Fernando Rouvroy, quien sostenía que el verdadero éxito de una persona no depende solo de sus conocimientos técnicos, sino de su capacidad de autogobierno y fortaleza interior. En sus palabras: “Quien domina su mente, domina su destino”.
La iniciativa contempla un diseño escalonado para integrar nuevas materias: introducción gradual del estoicismo como filosofía práctica, clases piloto de tanatología integrativa, programas de autoconocimiento y gestión emocional, capacitación docente para abordar temas de salud mental, y formación financiera básica con énfasis en ahorro y toma de decisiones.
La Fundación LFR recalca que no se trata de un proyecto aislado, sino de una propuesta de política pública con visión de largo plazo. Actualmente se encuentra en etapa de estructuración técnica y jurídica, y busca sumar aliados entre instituciones académicas, legisladores, especialistas en salud mental y la sociedad civil.
“Formar seres humanos completos no es un lujo, es una urgencia. Si no damos a los jóvenes herramientas para vivir con resiliencia, propósito y responsabilidad, estaremos condenando a las próximas generaciones a repetir los mismos vacíos que hoy nos preocupan”, enfatizó el equipo pedagógico de la fundación.
La organización hace un llamado abierto a universidades, empresas y ciudadanos a participar en este debate, convencida de que la educación del futuro no debe limitarse a transmitir datos, sino a formar seres humanos conscientes, libres y capaces de enfrentar la vida con claridad de mente y fortaleza de espíritu.
Con un modelo único de acompañamiento, la organización logra que el 96% de los jóvenes que atiende no reincidan, ofreciendo una alternativa real a la prisión.
En el marco de su 40 aniversario, la organización REINTEGRA reafirmó su compromiso de trabajar por los adolescentes en conflicto con la ley y en situaciones de vulnerabilidad, demostrando que a través de la prevención y el acompañamiento integral es posible cambiar destinos y construir comunidades más seguras.
Frente a un panorama donde miles de jóvenes en México enfrentan violencia, exclusión y falta de oportunidades, REINTEGRA se ha consolidado durante cuatro décadas como un agente de cambio fundamental. Es la única organización sin fines de lucro en el país autorizada por el Gobierno de la Ciudad de México y el Tribunal Superior de Justicia para implementar medidas legales alternativas a la prisión.
“No es la sanción, es el acompañamiento lo que transforma. REINTEGRA no borra el pasado: da herramientas para cambiar el futuro”, destacó Jimena Cándano Conesa, directora general de la organización.
Un modelo de impacto comprobado
REINTEGRA atiende actualmente al 70% de los adolescentes que cumplen una medida en libertad en la capital del país. Su modelo de intervención, único en su tipo, proporciona apoyo psicológico, emocional, educativo y familiar, además de talleres productivos y redes de acompañamiento que brindan herramientas concretas para reconstruir un proyecto de vida.
Los resultados hablan por sí mismos: 96% de los jóvenes que pasan por sus programas no reinciden, lo que valida la eficacia de un enfoque centrado en la reinserción y la reintegración social positiva.
Prevención: la clave para romper el ciclo
Más allá de su trabajo con adolescentes que han tenido conflictos con la ley, REINTEGRA desarrolla programas de prevención en comunidades vulnerables. A través de talleres lúdicos, programas contra las adicciones, actividades culturales y capacitación laboral en oficios como serigrafía y panadería, buscan evitar que las decisiones equivocadas se conviertan en condenas de por vida para niñas, niños, adolescentes y sus familias.
Cifras que reflejan un compromiso sólido:
70% de los adolescentes con medidas en libertad en la CDMX son atendidos por REINTEGRA.
96% de índice de no reincidencia entre sus beneficiarios.
40 años de experiencia transformando vidas.
95% de las donaciones se destinan directamente a los programas.
Un llamado a sumarse a la transformación
En este aniversario, REINTEGRA extiende una invitación a la sociedad civil, empresas, medios de comunicación y aliados a colaborar con su misión. Cada aportación se convierte directamente en oportunidades de desarrollo y en historias de cambio.
“Un México más seguro empieza en casa, en comunidad… y contigo. Hoy puedes cambiar el destino de alguien. Y no es una frase: es una historia real que apenas va a empezar”, concluyó Margarita Pérez Rocha Malcher, Presidenta del Consejo de REINTEGRA.
Acerca de REINTEGRA: REINTEGRA es una organización de la sociedad civil con 40 años de experiencia trabajando para y por los adolescentes en conflicto con la ley y en situaciones de riesgo. Su modelo de intervención integral, avalado por las autoridades de la Ciudad de México, se enfoca en la prevención, el acompañamiento legal y psicosocial, y la reinserción comunitaria, demostrando que otra realidad es posible.
Banco Azteca a través de su programa “Aprende y Crece” fortalece a los pueblos indígenas brindando educación financiera y ciberseguridad con contenidos en lenguas originarias
En el marco del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, que se conmemora el próximo 9 de agosto, Banco Azteca reconoce la riqueza cultural y lingüística de las comunidades originarias de México, así como los desafíos estructurales que enfrentan en materia de inclusión y educación financiera. Por ello, “Aprende y Crece” el Programa de Educación Financiera de Banco Azteca reafirma su compromiso con el bienestar financiero de este segmento de la población, al traducir sus materiales educativos a lenguas indígenas como náhuatl y maya, así como, tseltal, tsotsil, zapoteco y otomí.
Esta iniciativa busca acercar conocimientos clave sobre finanzas personales, seguridad digital y prevención de fraudes a comunidades que requieren contenidos adaptados a sus contextos culturales y lingüísticos. La traducción de materiales educativos a lenguas indígenas es parte de una estrategia integral para promover el acceso equitativo al conocimiento y fortalecer la autonomía económica de esta valiosa parte de la sociedad.
La brecha en el acceso a productos financieros entre zonas urbanas y rurales en México alcanza los 16 puntos porcentuales. Mientras que el 82% de la población urbana cuenta con al menos un producto financiero, solo el 66% de la población rural tiene acceso, según datos de la CNBV. Esta desigualdad no solo limita el desarrollo económico, sino que también incrementa la vulnerabilidad ante fraudes financieros y dificulta que las personas comprendan la importancia de contar con un respaldo económico para enfrentar riesgos de salud, educación o vida.
Conscientes de esta realidad, Aprende y Crece desarrolla publicaciones interactivas, accesibles y culturalmente pertinentes que abordan temas clave como presupuesto, ahorro, inversión, emprendimiento, préstamo personal, ahorro para el retiro, seguros y más. La traducción de estos materiales busca empoderar financieramente a las comunidades indígenas con herramientas que les permitan tomar decisiones informadas y planear su futuro económico, contribuyendo así a reducir brechas estructurales y a promover una ciudadanía más informada y resiliente.
En su más reciente edición, el Boletín Especial de Ciberseguridad ofrece información clara y práctica sobre los tipos de fraudes financieros más comunes, cómo protegerse con herramientas biométricas como huella dactilar y reconocimiento facial, qué hacer en caso de ser víctima de fraude y, en general, las buenas prácticas de ciberseguridad.
Además, como parte de su estrategia educativa, Banco Azteca presenta una nueva entrega de la revista Familia Luchón, un cómic interactivo que combina humor y aprendizaje para toda la familia. En esta historia, Doña Lupita está a punto de caer en una estafa en línea, pero su nieta Paty, experta en tecnología, la salva justo a tiempo. A través de juegos y videos los lectores aprenderán a identificar fraudes cibernéticos, proteger su información personal y mejorar sus hábitos digitales. Estos materiales se encuentran disponibles en el sitio oficial de Banco Azteca en la sección de Educación Financiera.
Celia Marín Sasaki levanta la mano para presidir el Tribunal Superior de Justicia de la CDMX en una nueva era de transformación liderada por mujeres.
En un país que atraviesa una transformación histórica, donde las mujeres han dejado de pedir permiso para liderar y hoy ocupan con firmeza los espacios de poder, la justicia también exige una evolución profunda, ética y con rostro humano. En ese contexto, Celia Marín Sasaki se perfila como la mujer idónea para encabezar el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México.
Así lo expresó ayer, 18 de julio, durante un encuentro con medios de comunicación y aliadas clave, celebrado en el Restaurante San Ángel Inn. Acompañada por figuras destacadas como Arcelia Ramírez y Mar Grecia Oliva, fundadoras de La Costilla Rota, Celia sostuvo un diálogo abierto y valiente sobre el rumbo que necesita el sistema judicial capitalino.
“No se puede hablar de justicia en un país que ya cambió, si el poder judicial sigue operando con estructuras que excluyen y con tiempos que castigan a quienes menos tienen”, afirmó. “Hoy, la transformación también debe alcanzarnos a nosotros: los tribunales deben reflejar el cambio que vive la nación.”
Con más de 28 años de experiencia y una carrera intachable, Celia ha sido pionera en la implementación del expediente electrónico, en la defensa activa de la paridad y en la construcción de una justicia más cercana y ágil. “La modernización no es un lujo: es una urgencia social. Una sentencia puede cambiar una vida, pero llegar tarde puede arruinarla.”
En un momento donde México es liderado por una mujer presidenta, Claudia Sheinbaum, y la Ciudad de México tiene una jefa de Gobierno como Clara Brugada, con arraigo popular y conciencia social, la presencia de una mujer en la presidencia del Poder Judicial capitalino no es solo justa: es necesaria.
“No se trata de abrir camino por género, sino de ejercer el liderazgo que la historia nos exige. La justicia también debe verse, sentirse y construirse en clave de igualdad”, dijo, ante medios y representantes de organizaciones civiles.
La trayectoria de Celia ha sido reconocida por diversos organismos y medios. Nuestra revista The Front la nombró “la abogada más poderosa de México”, y fue distinguida como una de las mujeres ejecutivas más influyentes por Mundo Ejecutivo. La presea que lleva su nombre —instituida por La Costilla Rota— reconoce a mujeres que han defendido la justicia desde dentro del sistema, no desde la comodidad, sino desde el compromiso.
Como articulista de El Universal y voz activa en espacios de opinión, su pensamiento ha sido consistente: una justicia que no escucha, no es justicia. Una justicia lenta, no es justicia. Una justicia sin paridad, es injusticia.
La reunión del 18 de julio no solo marcó un pronunciamiento: fue una declaración política. Un acto de coherencia en un país que ha confiado en las mujeres para encabezar el Poder Ejecutivo y Legislativo. Hoy, le toca al Judicial sumarse a la transformación con inteligencia, ética y visión de Estado.
Celia Marín Sasaki no aspira a un cargo, sino a cumplir con una causa: que la justicia sea el rostro más digno de la Cuarta Transformación.